Este procedimiento también es conocido como "Ritidectomía", consiste en remover el exceso de piel de la cara y corregir el descenso de la musculatura facial por efecto de la gravedad.

La Ritidoplastia no detiene el envejecimiento facial, pero logra una mejoría considerable de las arrugas de la cara al tensar la piel y reposicionar los músculos faciales, logrando así la definición del reborde mandibular.

Su realización tiene una duración aproximada de 3 horas y suele combinarse con otros procedimientos de rejuvenecimiento facial como la blefaroplastia, la frontoplastia endoscópica, peeling entre otros, con la finalidad de lograr un rejuvenecimiento integral y generalizado de toda la cara.